
El Problema
1. Falta de estandarización y supervisión:
Muchas conversiones en América Latina han carecido de rigor o legitimidad halájica debido a un liderazgo no calificado, la falta de infraestructura de la Torá (mikve, educación de la Torá, minyán) y, en algunos casos, fraude absoluto.
2. Resistencia de las comunidades establecidas:
A los potenciales conversos, incluso después de un esfuerzo sincero, se les ha negado el acceso a los mikvaot, las escuelas y la integración comunitaria, especialmente allí donde las autoridades rabínicas desconfían de los líderes locales de las comunidades ger.
3. Brechas educativas:
Muchos programas ofrecen una educación mínima o informal sobre la Torá. Esto alimenta las críticas y aísla a los auténticos gerim de la vida judía convencional.
La Solución
Visualizar un proceso riguroso, centralizado y pan-latinoamericano de conversión educativa y halájica con un paquete completo de apoyo que incluye:
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Plan de estudios estructurado (más de 800 horas durante ~13 meses)
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Supervisión halájica constante
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Requisitos claros para la vida comunitaria y la educación familiar
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Costos transparentes que incluyen:
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Instrucción completa del curso
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Brit Milá (para hombres)
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Procedimientos de Mikve y Bet Din
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Costos de la jupá/boda
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Apoyo administrativo y gastos de viaje para rabinos
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Requisitos para los futuros conversos
1. Compromiso con el curso
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Programa de 13 meses, 5 días a la semana, 2 horas al día
2. Módulos Halájicos adicionales
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Revisión y supervisión continuas por parte de rabinos de confianza
3. Residencia en la comunidad
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Los conversos deben residir en comunidades judías activas
4. Certificación y Beit Din
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La conversión solo se concreta al completar el curso




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